Resumen comentado

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización y Maestría en Lectura y Escritura
Curso: Fundamentos Pedagógicos de la Lectura y la Escritura

Profesora: Angélica Silva

Participante: Maryuri Peña
Cohorte: 2008-III

I. Bibliografía:

Muñoz, M. (1997). Para Aprender Ortografía: Actuar como Escritor. Trabajo Presentado al Tercer Concurso Anual de Experiencias Creativas en Educación “Simón Rodríguez”. Caracas: Universidad Pedagógica Experimental Libertador.

II. Vocabulario especializado:

1. Autocorrección: es corregir uno mismo los escritos producidos, con la finalidad de detectar debilidades en el mismo.

2. Actividades formales en el contexto del estudio presentado: son aquéllas dirigidas a propiciar la reflexión sobre los problemas ortográficos que presentan los estudiantes.

3. Actividades informales o actos lúdicos en el contexto de la obra presentada : son aquéllas destinadas al descubrimiento de las reglas ortográficas, por medio de la búsqueda de información sobre diferentes tópicos.

4. Escritura: sistema de representación del lenguaje que requiere un trabajo cognitivo por parte del niño dirigido a la reconstrucción y comprensión de este sistema.

5. Intercorrección: es la corrección colectiva de producciones escritas donde se aborda cualquier tópico.

6. Memorización de las reglas: aprender de memoria las reglas ortográficas sin activar procesos cognitivos.

7. Ortografía: subsistema del sistema de escritura formado por un conjunto de elementos del sistema gráfico que sirven para la representación de una lengua. Este subsistema no se rige por el principio alfabético de escritura.

8. Ortografía literal: es el uso correcto de las grafías tales como b/v, c/s/z, j/g, ll/y.

9. Propuesta pedagógica: es un modelo educativo dirigido a orientar la enseñanza y aprendizaje de la ortografía.

10. Redacción colectiva: es la escritura de un texto determinado por un conjunto de personas que aportan cada uno sus opiniones sobre el mismo.

11. Reglas ortográficas: conjunto de normas que rigen la escritura de cualquier lengua.

12. Repetición mecánica: es expresar infinidades de veces cualquier regla ortográfica cuando se requiera.

III. Resumen:

La autora Muñoz en su trabajo “Para Aprender Ortografía: Actuar Como Escritor” (1997), expresa su preocupación sobre el abordaje de la enseñanza de la ortografía en las instituciones educativas y la repercusión que ésta tiene en los posteriores niveles. La investigadora considera que la ortografía, como aspecto de la lengua escrita, se ha venido trabajando a través de dos actividades básicas a saber: (a) la escritura repetida varias veces de la(s) palabra(s) en las cuales se ha cometido el error y, (b) la memorización de las reglas ortográficas. Por ello, enfatiza que este tipo de práctica de ortografía no contribuye a superar las faltas que los discentes de educación básica presentan en sus producciones escritas en cuanto a ausencia de tilde, colocación de tilde donde no corresponde, uso arbitrario de mayúsculas, sustitución de grafías que representan un mismo sonido, uso o ausencia de signos de puntuación. De igual manera, reseña que los errores más frecuentes en escrituras de estudiantes adultos están relacionados con el uso de ortografía literal, los signos de puntuación y el uso de la tilde. Por tal razón, la autora en un intento de orientar la didáctica de la ortografía, diseña una propuesta pedagógica para docentes basada en actividades informales (actos lúdicos) y actividades formales destinadas a las producciones de textos grupales, con la finalidad de que los estudiantes descubran y reflexionen sobre los aspectos ortográficos de la escritura.

Dichas actividades son consideradas por su autora de suma importancia para la construcción del conocimiento ortográfico, ya que éstas van activar procesos cognitivos que garantizarán un aprendizaje duradero. Para concluir, la autora señala la necesidad y la posibilidad de aplicar experiencias de este tipo, para contribuir con la formación de escritores y lectores en la escuela con pleno uso y dominio de la lengua escrita y, por su puesto, del subsistema ortográfico.

IV. Comentario Crítico:

El trabajo realizado por la investigadora Magaly Muñoz de Pimentel lo considero relevante, porque expone una problemática que se vive a diario en las distintas aulas de clases de nuestro país. Para nadie es un secreto, las dificultades que presentan tanto los estudiantes de educación básica como los del nivel superior en la aplicación de los aspectos ortográficos para la composición de textos escritos.

Comparto con la autora que estas fallas se producen, porque desde los primeros años de escolaridad se enseña al niño de forma rigurosa y estricta las normas ortográficas. Las actividades exclusivas para el aprendizaje de la ortografía se enseñan desde la repetición escrita continua de las palabras donde se ha cometido el error y la memorización de las múltiples reglas ortográficas. Puedo dar fe de ello, porque fui una de los tantos estudiantes que tuvo que realizar esas actividades infinidades de veces. Todas ellas me parecían tediosas y aburridas, sin importancia alguna. Algunas veces tanta repetición y memorización no sirvieron de nada, ya que continúe presentando deficiencias hasta el bachillerato, lo que quiere decir que el sacrifico fue en vano hasta ese momento.

Es importante señalar que, la ortografía es primordial que se enseñe desde la escuela. Sin embargo, este conocimiento no contiene el saber general propiamente dicho que implica escribir un texto. El aprender las normas ortográficas a la perfección no significa que se está aprendiendo la utilidad y funcionalidad que posee la escritura misma. Cuando se ejercita la ortografía se está solamente adquiriendo una parte de ese sistema. Por tal razón, los maestros deben hacer más énfasis en proporcionarle a sus estudiantes actividades de producciones escritas completas, reales y funcionalmente comunicativas para que ellos puedan desarrollar habilidades y destrezas. De este modo, creo que el alumno podrá comprender y reflexionar acerca de las irregularidades de su lengua materna.

Considero que actividades colectivas como las diseñadas por la autora en su propuesta pedagógica, tales como: revisión de producciones escritas, redacción de cartas y del periódico escolar, resolución de crucigramas, el stop, comparación y clasificación de palabras, interpretación y análisis de reglas ortográficas, entre otras, son esenciales para promover un contenido de aprendizaje como el ortográfico. Las acciones innovadoras permiten romper con las actividades tradicionales y generan la discusión entre los estudiantes, la confrontación de opiniones, la comparación de escrituras, la revisión grupal, la autocorrección y la intercorrección durante el desarrollo de una didáctica para la producción escrita.

Estimo que todas estas actividades deben ser asumidas por nuestros docentes de ahora en adelante, para contribuir con la construcción y apropiación del conocimiento en este caso la ortografía de manera significativa y perdurable. De ese modo, evitamos las frustraciones que puedan sentir los estudiantes al no saber escribir correctamente en los otros niveles del sistema educativo. Sin embargo, no sé hasta que punto sea ambiciosa esta propuesta de querer generar cambios en los actores que tradicionalmente administran el conocimiento. Pero segura estoy de la relevancia que tiene la siembra de iniciativa en algunos docentes interesados en renovar su práctica educativa basada en las nuevas concepciones de aprendizaje. No obstante, la propuesta está allí para aquéllos que quieran hacerla suya, asumirla como un reto y darle un giro al abordaje de la enseñanza de la ortografía.

Finalmente, pienso que el aspecto sobre la enseñanza de la ortografía expuesto por la investigadora debe llamarnos a la reflexión. Ello significa que en nuestra praxis escolar algo está fallando. Por ello, invito a los maestros y profesores del territorio nacional a romper con viejos esquemas de enseñanza de los aspectos ortográficos de la escritura. Los incito a que descubran las dificultades que presentan sus estudiantes durante la producción escrita de textos y a que pongan en práctica actividades que favorezcan el desarrollo de escritores autónomos, críticos y reflexivos con un perfecto dominio de la lengua escrita. Todo ello, se logrará siempre y cuando ustedes colegas sirvan de modelo a sus discípulos, es decir, ustedes actúen también como escritores desarrollando producciones escritas con sus alumnos, que despierten y siembren el interés por una permanente práctica de la escritura con todos sus requerimientos normativos.